Reflejos de mil esferas,
perdiéndose,
en su inmensidad.
Reflectantes.
Aparecen cuando no quieren
que recuerdan
que no quieren.
Un camino empezado,
olvidado,
.en . puntos . incandescentes.
viernes, 4 de agosto de 2017
Juegos
Sería injusto negarlo.
Recolecté y sembré.
Quedaron palabras deshechas,
algunas sin llenar.
Tuve un suspiro que casi me mata.
y ahora os busco.
Como si no hubiese reglas
de honor.
Vinisteis a mi juego
jugué con vosotros
sólo uno se marchó
y es ahora al que no puedo callar.
Sería triste
esperar que me hablases.
Sería egoísta
decir que es tu culpa.
Te quedaste donde te fuiste
y me das lo que conociste.
A mí que nunca me pararon,
me sentó como un rapto.
He aprendido la lección.
Sólo juego y aprendizaje
que hoy
vuelve
solloza
y asusta.
Recolecté y sembré.
Quedaron palabras deshechas,
algunas sin llenar.
Tuve un suspiro que casi me mata.
y ahora os busco.
Como si no hubiese reglas
de honor.
Vinisteis a mi juego
jugué con vosotros
sólo uno se marchó
y es ahora al que no puedo callar.
Sería triste
esperar que me hablases.
Sería egoísta
decir que es tu culpa.
Te quedaste donde te fuiste
y me das lo que conociste.
A mí que nunca me pararon,
me sentó como un rapto.
He aprendido la lección.
Sólo juego y aprendizaje
que hoy
vuelve
solloza
y asusta.
Huir
Se desmontan
admiradas
por mirarlas.
Recuperan la vida
que se te deshace.
Inducen al silencio
al vuelo
y tú ruedas por sus suelos
ensuciándote cada vez más.
Te dan el tiempo
que tú pierdes.
A cambio de tu admiración,
te maravillan el cuerpo
el alma.
Seguirán ahí
cuando vuelvas a ser nómada.
Ellas velarán de tus hijos.
Dejarán caer pedazos de sí,
rozarán el polvo de tu pisada.
Tú podrás ser parte de su polvo.
cuando alguien más se asome.
Se reunirán
cuando
todos huyan.
admiradas
por mirarlas.
Recuperan la vida
que se te deshace.
Inducen al silencio
al vuelo
y tú ruedas por sus suelos
ensuciándote cada vez más.
Te dan el tiempo
que tú pierdes.
A cambio de tu admiración,
te maravillan el cuerpo
el alma.
Seguirán ahí
cuando vuelvas a ser nómada.
Ellas velarán de tus hijos.
Dejarán caer pedazos de sí,
rozarán el polvo de tu pisada.
Tú podrás ser parte de su polvo.
cuando alguien más se asome.
Se reunirán
cuando
todos huyan.
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