domingo, 1 de junio de 2008

Como quien anda





Contemporánea a su tiempo
olvida recordar su presente.
Sube despacio.
El último escalón ya tiembla,
no sabe que ya no está detrás
de esa puerta.

Se espía
y ve la máquina de escribir
huele el café, los churros...
la música clásica
le retira las sábanas.

Salta por el cristal
olvidado de la puerta.
Descansan guitarras nocturnas,
el Sol de la ventana
limpia la mesa de coca y bicarbonato,
y un colchón que flota, cae.

No mira la máscara
entonces se desliza al baño de puntillas.
No mira la máscara
y el colchón la eleva.

En su cuarto reposa su cuerpo
diminuto, antiguo, sin tela.

Cierra los ojos y piensa
que debe irse
que esa casa ya no es
que está en un espacio ajeno.

Recoge sus piernas
y marcha con su nuevo cuerpo
escaleras abajo
como quien anda sin un lugar al que llegar.







































1 comentario:

Anónimo dijo...

petite mort es lo que te voy a dar yo a ti...



(¡toma! ¡primera! (:)