Hoy desperté
encima de letras
líneas que caídas de costado
quebradas
y por fin liberadas.
me habían provocado un vómito sonámbulo.
Tú,
la causante.
Un día raro,
cambió la noche por la mañana
y yo sin desenredarme,
viendo las persianas bajadas.
Pero vas tú
y me coges el dedo
señalas y enumeras.
Me espabilas
"¡Mira, mira!"
pones tú indice en mi cabeza tonta
y giro como una peonza
Me muestras
nuestra
suma.
Infinita.
Reflejamos simetrías
somos espejos sobre espejos
pupilas dilatas
y escalofríos de tanto sentir
Ocho paradas y un transbordo.
Para estar
Abarcar
y abrazar árboles
que no nos entran en el pecho.
Pequeña,
celestial,
generosa,
aquí me tienes lagrimeando rimel
agradeciéndote,
sentada en mis disfraces,
no saber qué decirte.
1 comentario:
Tengo un nudo en la ganganta...aquí...
no me deja decir nada...
aunque ya sé yo,
que tú sabes interpretar este silencio.
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