lunes, 21 de noviembre de 2016

Bodegón lunático de noches de habitación y lluvia


No lo pienses, deja que pase.

Si te viene, te va a envolver.
Míralo venir,
prepárate lo justo.

Enciende una vela.

Observa.

Siente,
la presión del metal,
en el duro,
en el blando.

Saborea una recomendación.

Escucha
una recopilación
de noches de habitación.

La lluvia, rabiosa,
afuera,
no te empapa.
Te ataca el calor adentro.

Deja que se escurra por tu garganta.
Apaga la luz cenital
y navega en los golpes de tus oídos.

Búscate
(encontrándolo todo delicioso)
La lluvia, el frío, te ayudan.

Un día negro a las cuatro,
con su velo gris desde que se levantó.
Ponle rojo para que no se piense feo.
Ponle blanco para que se reconforte
y empújalo con pan.

Ahora estás en cualquier lado.
Donde te pienses,
donde te suene,
donde te sepa mejor
y huela a húmedo.

El paladar no te dejará sola.

Sonríe a los colores,
mira la bombilla
y vuela a cada ciudad,
paisaje, año, momento.

Píntate un bodegón
en una servilleta,
apoya luego la copa
y deja que se manche.

Enmarca la servilleta.
Delinea tu cuerpo
Cierra los ojos
y recibe a los sonidos
en un hall Art Deco.

Lunatízate
en un bodegón
de lluvia
que se ha transformado
en habitación.




No hay comentarios: